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LA PUERTA (y III)
Se detuvo unos segundos. El significado de la imagen ante sus ojos calmó su angustia.
Sus vísceras y arterias ganaban el pulso a los latidos que los empujaban a estallar, y ahora su corazón entonaba un baile de ritmos cadenciosos.
No importaba quien esperaba al otro lado. Amaría su sonrisa, amaría sus miradas. Adoraría el color de su piel, la belleza de sus imperfecciones, los gestos que le harían reír, los gestos que le harían olvidar. Disfrutaría de su voz, disfrutaría de su silencio. El regalo de su olor, su aliento y su calor.
No importaba quien esperaba al otro lado. El amor había nacido en su mente enraizado en profundos instintos, alimentado de emociones y deseos. Incontrolable e irracional. Incondicional y maternal.
No importaba quien esperaba al otro lado. Fuera como fuese la amaría.
Se dirigió a su destino y cerró la puerta tras de sí.
Palabras: BAILE, REGALO, ESTALLAR
precioso y de lo más intrigante... ¿quién será? deseando que llegue la semana que viene para descubrirlo .. feliz día
ResponderEliminarGracias. He decidido terminarlo así. Las 3 palabras de la semana me lo han puesto fácil y he podido dar el mensaje que quería para la historia: el amor nace dentro de nosotros, si estamos predispuestos, amamos.
ResponderEliminarFeliz domingo!
Me ha encantado el final de la historia. ¡Lastima que sea el final! Espero con impaciencia la nueva. Me encanta empezar el domingo leyendo tus 150 palabras.
ResponderEliminar¡Feliz domingo a ti también!
Gracias por tu visita, este nido siempre está abierto encantado de recibirte. Crearemos historias nuevas cada domingo. Es una de las iniciativas que más me gusta.
EliminarUn abrazo
Qué intrigante... Y es cierto que la predisposición ayuda mucho en el amor. Así que presiento campanas de boda!! O será otro tipo de amor? Es maravilloso el relato, felicidades.
ResponderEliminarGracias Luz. Desde aquí quiero invitar a quien lea estos comentarios que visite tu relato de hoy en el link superior "Apaga la tele, Luz Rodríguez", es muy muy bueno. Felicidades a ti también y feliz domingo.
EliminarMadre mía, nena... MAGISTRAL. No me quedan más palabras. Salvo que he imaginado que la puerta era el símbolo del que está a punto de nacer, y finalmente abre esa "puerta" con la innata predisposición al amor.
ResponderEliminarEmocionada viva me hallo. FELICIDADES!
Gracias Nieves, me encantan tus comentarios. Sí, la puerta es símbolo y vehículo a la vez. Tenía dudas si expresaba correctamente el mensaje de la predisposición, por he incluido maternal e incondicional para que todas las mamis reconocieras ese amor poderoso, incontrolable e independiente, como el que vive el protagonista de la historia. Bueno, y he aquí otras 150 palabras más!!
EliminarUn abrazo!!
Hola María.
ResponderEliminara mí también me ha sugerido lo mismo que a Nieves, la puerta del nacimiento, al amor incondicional.
Qué de sensaciones que me gustan has transmitido: la belleza de las imperfecciones, disfrutar del silencio...
Es una auténtica delicia leerte.
Estos #150palabras cada vez son más emocionantes.
Un besazo y enhorabuena.
Isabel
Gracias Isabel, me encanta escribir pero cada vez me gusta más esta cita dominguera de compartir nuestras lecturas.
EliminarFeliz semana
Que historia de amor tan bonita. Quiero que llegue ya el domingo que viene para leer la siguiente entrega porque la habrá, ¿verdad?
ResponderEliminarHola Raquel, como Marta me lo ha puesto fácil con las palabras clave de la semana y la pasada semana no tuve control sobre el texto, he decidido finalizarlo aquí, con una entrega "de entrega", valga la redundancia! He podido encajar el mensaje que pensé para esta historia y esperaremos al próximo domingo para crear historias nuevas.
EliminarGracias por tu visita, feliz semana!
Qué emoción , me has hecho recordar mi proceso de adopción. Muy bonito y como siempre, muy bien escrito.
ResponderEliminarFelicidades
Gracias Bego, te había echado de menos. Un abrazo!
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